Diferenciación genérica amazonas

Diferenciación Genérica. Integración hemisférica. Evaluación y Evolución 2

En Femenino, Masculino, Neutro hemos hablado de «figura masculina» en contraposición a «valores masculinos». Vamos ahora a aclarar esta diferenciación genérica y también a definir los valores o actitudes femeninas para entender porque nuestra sociedad está falta de actitudes masculinas conscientes que compensen el exceso de «lo femenino» que impregna todos los ámbitos sociales, políticos y económicos.

Diferenciación genérica

CUERPO

En nuestro cuerpo, el género sexual está definido: se tiene el sexo hacia fuera, y se considera masculino, o, hacia dentro, y se considera femenino.

MENTE

Sin embargo, nuestra mente es dual: tenemos dos hemisferios cerebrales y la capacidad de desarrollarlos y equilibrarlos a la par. Podemos ser objetivos y subjetivos alternativamente, materialistas o místicos, rápidos y después lentos. Podemos movernos de un extremo al otro o elegir quedarnos en el centro.

  • Dentro de cada uno de nosotros hay dos tipos de funciones complementarias y opuestas que se corresponden con las funciones de nuestros dos hemisferios cerebrales.

Estas funciones se activan, de forma independiente a nuestra voluntad, utilizando, cada uno de los hemisferios, su propio lenguaje. Dependiendo de sí el trabajo a realizar es individual-personal (hemisferio izquierdo) o global-transpersonal, (hemisferio derecho).

  • El hemisferio izquierdo nos conecta con nosotros mismos ayudándonos a definirnos.
  • El hemisferio derecho tiene la habilidad de conectarnos con el exterior cada vez que necesitamos ampliar límites.

Masculino singular

La educación tradicional hizo que, durante siglos, el varón desarrollara sus funciones en el exterior teniendo que activar continuamente sus defensas y límites personales para sobrevivir en un mundo hostil. Esto le hizo adquirir un fuerte sentido del Yo, de las actividades y expresiones necesarias para avanzar y derribar límites ajenos: desde instrumentos para cazar y agredir, hasta gestos corporales y visuales que intimidaran al agresor o agredido. El humano masculino desarrolló el control de la vista para poder reconocer, en la distancia, los gestos hostiles lo que hizo que la función visual fuera muy valorada, ya que permitía reconocer las diferentes actitudes sin involucrarse personalmente.

  • Todas estas actitudes activan y gobiernan el hemisferio izquierdo  que gobierna el lado derecho del cuerpo humano, sin distinción de sexos.

Femenino singular

La hembra educada tradicionalmente desarrolló la parte pasiva que nos conecta con el mundo familiar de las relaciones abiertas y pacíficas. Con la observación de los sentimientos compartidos, del NOSOTROS y de su expresión por medio de la educación de los sentidos desarrollados en la decoración, en la cocina, o en el amor; y en todo tipo de actividades consideradas lúdicas y creativas, espontáneas y sinceras.

  • Todas estas actitudes activan y gobiernan el hemisferio derecho que gobierna el lado izquierdo del cuerpo humano, sin distinción de sexos.

Neutro plural

«Educados en libertad de roles, los dos hemisferios se desarrollan a la par y permiten la integración armónica del Yo, individual y masculino, en el mundo del Nosotros, global y femenino, sin necesidad de intermediarios o traductores.»

La educación sexista impide que el individuo integre sus propios valores femeninos y masculinos y hace que dependa de figuras que le  complementan emocionalmente. A modo de espejos, estas personas le ayudan a equilibrar sus propias cargas mentales, impuestas por una educación limitada.

El sexismo genera dependencia emocional

Hemisferio izquierdo o positivo

El hemisferio izquierdo  nos permite ser activos, objetivos, concretos, extrovertidos, analíticos, prácticos, rápidos, ásperos, directos y lógicos; nos permite decir No y definir nuestros límites. Es la sede del pensamiento y la razón que impulsa a avanzar y actuar. Se nutre de los hechos y experiencias propias y se opone a las emociones o experiencias de los demás. Es territorial.

Hemisferio derecho o negativo

El hemisferio derecho  nos permite ser pasivos, subjetivos, abstractos. Introvertidos, intuitivos, teóricos, lentos, indirectos, suaves e ilógicos. Nos permite decir SI y ampliar horizontes. Es la sede del sentimiento que impulsa a hablar, compartir y comunicar, a detenernos. Se nutre por medio de los sentidos, de la observación, de la atención y de las experiencias de los demás. No es territorial, pero consume tiempo y orden. Hay que dosificarlo adecuadamente porque puede generar dispersión.

  • La cualidad femenina  es sinuosa, ondulante, manipuladora, mientras que la masculina es directa, va al grano, controla y ordena el tiempo; lo femenino es útil para dominar y controlar espacios, pero necesita de lo masculino  para poner orden en la confusión mental, en el exceso de datos y de percepciones.

Integración hemisférica

En una situación ideal, lo femenino se dedica al desarrollo de la percepción, al registro de datos, a la creatividad y a la creación del caos mientras que lo masculino nos bordea, nos limita y por tanto nos centra, nos ordena, proporcionándonos intención, seguridad y firmeza. Mal equilibrados y, por tanto, proyectados y enfrentados en el exterior, lo masculino usará de su fuerza para intimidar y lo femenino usará su sutileza para manipular.

Caída de un Imperio

Hoy día nuestra sociedad acusa el avance global de lo femenino de forma imparable. El caos se manifiesta en la política, en la economía y en los medios de comunicación generando, por su extremo desarrollo, brotes radicales concretos que se manifiestan en el avance de los malos tratos hacia la figura femenina. El surgimiento de partidos políticos extremistas y antiglobalización con tintes nacionalistas, y multitud de órdenes pseudo- religiosas con líderes carismáticos de imagen viril y masculina. Es la ley del péndulo que gobierna a las masas inconscientes y que, a su paso, origina conflictos de todo tipo.

Evolución interna y externa

El hecho de que una persona sea capaz de estabilizarse en solitario económica y socialmente es un paso importante en su evolución interior. Pero para la evolución exterior y el desarrollo personal se necesita la capacidad de ser estable en compañía y mantener la coherencia al mismo tiempo. Conseguir la estabilidad sentimental supone saber convivir, no solo contigo mismo, sino con un compañero o compañera adecuada, con el que puedas compartir sin problemas tus sentimientos. Reflejándose, en el nivel que alcance la relación sentimental, el grado de consciencia y evolución personal que se es capaz de conseguir. Al mantener la estabilidad dentro de una relación sentimental se da por hecho que la persona es capaz de articular y adaptar su vida a los diferentes tránsitos evolutivos. Sin tener que renunciar a su conciencia o romper con ella.

Madurez evolutiva

Este hecho supone un grado de madurez evolutiva, no ya de comunicación, sino de comunión con los demás. Pues  implica que, como trates a tu pareja o compañero, serás capaz de tratar a los demás. Este nivel evolutivo está presente en el inconsciente de la especie y se persigue y valora como un fin apreciado. Cuando una pareja se separa, todo el mundo lo siente, porque se asume que algo ha fallado en la comunicación, por una o ambas partes. Y, por el contrario, se admira a las parejas que siguen tratándose con respeto y admiración con el paso de los años.

La media naranja

Cuando una persona no logra equilibrar en su interior, sus dos polaridades básicas, necesitará una pareja que la equilibre o compense en sus funciones masculina o femenina.
Antes que la viudedad viene el abandono emocional

En la medida que el desequilibrio interno es mayor, la parte que más compense socialmente se irá debilitando física y mentalmente hasta morir. Originándose la viudedad dentro de la pareja. Este fin es inevitable en las parejas que sostienen lazos impuestos por tradiciones que impiden la separación o el divorcio y que hacen que uno de los dos miembros o los dos repriman sus sentimientos de pesar o de abandono.

Hoy día, las parejas que conviven suelen expresar sus desavenencias y desapegos y cuando el desequilibrio es importante se produce el cese de la convivencia y vuelven a ser solos o solteros. En algunos casos, encuentran nuevas parejas en las que el equilibrio mutuo les resulta más fácil y ventajoso y el problema de la soledad se soluciona.

Radicales libres

Una de las señales inequívocas de que una civilización o cultura no funciona es la aparición de un número elevado de personas adultas que viven en soledad o que abogan por la soledad e independencia, a toda costa. Una cualidad impropia en el ser humano y que solo se da en la naturaleza en especies altamente depredadoras o en límites de extinción.

Otra de las señales es el aumento de las relaciones homosexuales reconocidas públicamente algo que, a lo largo de la historia, solo acontece en sociedades que han tocado techo evolutivo y que han necesitado reorientar sus valores éticos, políticos y sociales poco tiempo después. Todas estas señales serían para la salud y el equilibrio de la sociedad, lo que los radicales libres son para la salud y el equilibrio del organismo humano: su aparición y constante aumento refleja la oxidación y acidificación del sistema.

mano con pulgar hacia arriba

«Amazonas» va de cómo los humanos adquirimos la conciencia de género y de cómo superar los problemas que la diferenciación genérica ha generado en las personas. Para su mejor integración es recomendable descargar en primer lugar  «Ser Mujer» y «Ser Pareja Hoy».

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