Edad Cultural y Jerarquías. Mundo Interno 2 amazonas

Edad Cultural y Jerarquías. Mundo Interno 2

Cuando un ser humano nace, lo hace inmerso en un entramado social y cultural. Cada uno de nosotros tiene un bagaje histórico que integrar, antes de hacerse adulto, y un entorno familiar que le permitirá hacerlo, con mayor o menor dificultad.

Sociedades del bienestar

En los países democráticos tenemos una Constitución que nos garantiza el derecho a la educación y, en nuestro estado, la escolarización es obligatoria desde los 6 hasta los 16 años. En la práctica, los niños empiezan su tiempo escolar cada vez más temprano, desde los 3 años o menos. Entonces, ¿Por qué es noticia el déficit de nivel en los estudiantes que acaban la enseñanza obligatoria? ¿A qué se deben las continuas quejas de profesores, padres y alumnos?

Los niños pasan gran parte de su infancia, adolescencia y juventud estudiando para terminar en un oficio o profesión que, con suerte, mejora el de sus padres. Es una ruta previsible, salvo excepciones. De padres obreros, o sin interés por el futuro, rara vez sale un hijo universitario. Y si lo hace, suele ser a contracorriente y con mucho esfuerzo. En un hogar, donde la cultura y el interés social sean fomentados desde la infancia, el acceso universitario está garantizado.

¿Perpetúan estas desigualdades un sistema de clases o de castas en pleno siglo XXI?
¿Cuánto nos queda por vivir para que la jerarquía piramidal de clases se convierta en un sistema diferente que represente la auténtica globalidad del mundo en el que nacemos y vivimos?

El lugar que ocupas al nacer

Estamos en Europa, no en la India, pero basta con dar un vistazo y observar ciertas barriadas y determinados ambientes para asegurar qué perspectivas de futuro hay para cada uno de esos niños. No es una denuncia, tan sólo la observación de una realidad. El sistema de clases o de castas sigue imperando en todo el mundo. Del sueño americano, «empezar de cero y llegar a ser millonario», hace tiempo que el mundo se despertó y para sacarle el mayor partido a la vida, hay que observar las reglas del juego que imperan, desde hace siglos, en nuestro sistema. Comenzando por el lugar que uno ocupa al nacer.

La familia

A los padres les compete transmitir  a sus hijos la necesidad de aprender, de ser alguien en la vida. Esta transmisión va a depender mucho de la propia valoración que los padres tengan de su lugar en el mundo como personas y del momento histórico-social en el que el niño se desarrolle. En España, no es lo mismo haber nacido en los años 40 que en los 60. Y los 60 de España no fueron igual a los 60 de Londres.

Antes de seguir leyendo es recomendable que dediques un tiempo a recordar qué ejemplo te inspiraron tus padres a la hora de superarse cada día. Qué valores y hábitos te inculcaron desde pequeño. Esto te ayudará a ver con mayor claridad tus niveles de autoestima y confianza en la vida. Qué pensaban de la vida, del amor, de la salud, del trabajo, de su posición familiar, etc.

El fracaso de la escuela

Fuera del ámbito de la familia, es a los profesores a quienes les toca compensar todo tipo de carencias socioambientales con las que pudieras llegar a la escuela. Un buen maestro ha de saber tocar todos los resortes para hacer honor al nombre de «educador». La escuela tendría que ser ese «dorado», esa tierra de promisión donde unos buenos educadores pudieran acabar con las desigualdades propias de cada ambiente familiar.

¿No es la finalidad de la educación allanar el camino de las desigualdades sociales y culturales? ¿Acaso la escuela no se creó con la intención de transmitir conocimientos?

No hablamos de la Universidad, ese es otro tema. Hablamos de la educación obligatoria donde todos tenemos el deber y el derecho de asistir para nivelar nuestras desigualdades. ¿Por qué este fracaso? ¿Por qué después de largos años de sacrificio la mayoría de nuestros jóvenes se ven sin la capacidad de elegir libremente? Así se camufla y perpetúa la desigualdad social, política y económica que impera en la mayoría de los países civilizados. Impidiendo, ya desde la escuela, la libre circulación de la inteligencia, la libre formación y, por tanto, el desarrollo de la autoestima y autogestión del individuo.

A mi parecer, no es el nivel de los alumnos el que ha bajado. Es la calidad de la enseñanza, de la escuela y de los profesores el que está obsoleto por lo que la enseñanza de nuestros jóvenes se convierte en una quiniela, en un juego de azar en el que se pueden hacer apuestas.

La buena educación

Un buen profesor tiene en su mano la capacidad de equilibrar carencias ambientales y familiares y conseguir que cualquier joven sea un estudiante modelo y un joven prometedor. Gracias a este tipo de profesores y a la entrega de algunos padres, algunas personas han conseguido salir del círculo vicioso que supone un sistema de clases capitalista, dictatorial, burgués, etc.

 

 

mano con pulgar hacia arriba

«Amazonas» va de cómo los humanos adquirimos la conciencia de género y de cómo superar los problemas que la diferenciación genérica ha generado en las personas. Para su mejor integración es recomendable descargar en primer lugar «Ser Mujer» y «Ser Pareja Hoy».

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