¿Fuerza o inteligencia? amazonas

¿Fuerza o Inteligencia? Evaluación y Evolución 3

¿Fuerza o inteligencia? ¿Potencia o control? ¿Cuál es la referencia adecuada a la hora de circular por la vida? ¿Cómo se relacionan estos dos conceptos? ¿Se excluyen o se complementan?

Miedo a lo desconocido

A lo largo de la evolución de la especie, estos interrogantes nos acompañaron dando lugar al nacimiento de héroes y superhéroes. Dioses, demonios, brujas, magos y hechiceros. Mitos y leyendas que recogen los fenómenos extraordinarios; los sucesos extraños y aparentemente mágicos, que las mentes sencillas no podían explicar.

Cualquier suceso, persona o cosa que queda fuera de los límites de nuestra conciencia se convierte en una presión o amenaza para nuestra estabilidad (física o mental), cuando se acerca demasiado.

En las ciudades y pueblos los mecanismos naturales de defensa, (asimilación o eliminación), son regulados para permitir el avance de los logros sociales, la convivencia pacífica y el respeto de las jerarquías establecidas. Algo que, en un principio, es positivo, pues permite la estabilidad de la especie y el crecimiento de grandes civilizaciones. Aunque, posteriormente, se convirtió en un lastre a la hora de dar por terminada una era y comenzar a gestarse la siguiente.

Etapas evolutivas

Cada civilización importante por la que ha pasado la humanidad determina una era evolutiva diferente.

Así mismo, cada etapa es regida por unos valores éticos, políticos y económicos que reflejan una meta evolutiva común a todos los seres humanos, por lo que tiende a expandirse de manera natural. Una civilización auténtica se define por unas características básicas y no todas las llamadas civilizaciones reúnen los requisitos para ser nombradas como tales.

La auténtica civilización. Compartir riqueza

La verdadera civilización comienza siempre por un pueblo o nación que necesita expandir sus fronteras económicas y sociales ya que la riqueza empieza a superarlo. Para su expansión este pueblo o nación utiliza, en primer lugar, vías económicas y comerciales. Y después, poco a poco, introduce su cultura y su política que, al fin y al cabo, son las que imponen los avances y logros sociales a medio y largo plazo.

Este es el germen de una auténtica civilización que logra imponerse, silenciosamente, y paso a paso, sin derramar ni una gota de sangre y sin necesidad de recurrir a la fuerza.

Falsas civilizaciones. Invasores

La mayoría de las mal llamadas civilizaciones o culturas, no cumplieron los requisitos básicos de respeto por el tiempo y el espacio de otras culturas. Sus logros son impuestos a la fuerza, por medio de conquistas y guerras crueles y agotadoras. Su expansión  es motivada por el hambre o la codicia y no por el exceso de riqueza. Para mantener sus avances estas falsas civilizaciones reprimen y atacan toda cultura o expresión social, política o religiosa diferente a la suya. Todas estas falsas civilizaciones deberían de ser llamadas por su auténtico nombre: colonización o invasión. Impuestas a la fuerza, sus cimientos son débiles, y las sociedades que generaron a su paso, tiemblan al observar el avance imparable de las culturas y tradiciones que creyeron sepultar bajo el peso de las armas. Muchos de nuestros hábitos y usos sociales erróneos se deben a la penetración y empuje de estas corrientes invasoras.

Infiltrados desde hace siglos, coexisten con antiguas tradiciones y culturas inherentes a la tierra y al patrimonio original de cada pueblo.
Cuando una civilización auténtica avanza, lo hace gradualmente

Su ritmo de penetración es proporcional a la apertura del pueblo que la acoge. Entonces sucede que las costumbres, leyes e idiosincrasia del pueblo receptor, son respetadas y absorbidas por los que llegan, y no al revés.  Produciéndose una integración natural y ecológica donde las dos partes ven enriquecidas sus diferentes posturas o puntos de partida.

Las civilizaciones y culturas, impuestas a la fuerza, están sentenciadas a desaparecer y con ellas todos sus iconos culturales, religiosos y políticos. Es la propia tierra la que da el carácter y la fuerza a sus pueblos de origen y el tiempo coloca todo en su sitio.

Solo hay que darle tiempo al tiempo.

Mecanismos de defensa humanos. Asimilación y Eliminación

La mente humana tiene mecanismos de defensa para protegerse ante lo extraño, lo desconocido o lo ingrato, sea cual sea su naturaleza.

El primer mecanismo de defensa que aparece en la mente humana es la asimilación

Ante un suceso nuevo o extraño, la primera opción que se nos presenta es equipararlo a hechos o sucesos ya vividos. En este caso, lo normal es que lo queramos conocer, aproximar, e introducir en nuestra memoria o en nuestra boca. Al igual que hacen los bebes o pequeños infantes, que todo lo reconocen mordiendo, chupando y saboreando.

El sentido que predomina en el bebé es el del gusto, olfato y tacto centrándolo en la lengua/boca. Esta es la fase en la que todas las sensaciones de placer, gusto o disgusto se desarrollan alrededor de la función oral/nutricia.
Anclados en la oralidad

Así podemos observar que, las personas que no han superado con éxito esta etapa, (0-3 años),  se defienden «siempre» pegando mordiscos reales o virtuales a la vida, a las personas y a la comida. Tienden a meterse de lleno en las situaciones y consideran todo lo que les rodea como de su propiedad. Se consideran el centro del mundo y sufren cuando no son el centro de atención.

Estas personas solo atacan si se sienten heridas o dolidas lo que ocurre muy a menudo porque tienden a hacer suyos los problemas y vidas de los demás . Se impregnan fácilmente de emociones ajenas ya que buscan, constantemente, la atención y aprobación de los que les rodean, aunque sean extraños.

No te fíes de los aduladores

Sus ataques son análogos a sus defensas: muerden, chupan y babosean, por medio de la boca o de la mirada. Y la intensidad del ataque será proporcional al interés que sientan por el suceso, persona o cosa. La adulación, el cinismo, la ironía o el insulto son muestras virtuales y civilizadas de este estilo de defensa y ataque.

Detrás de toda adulación hay un ataque encubierto y el cinismo esconde la verdad que no nos atrevemos a decir. La burla, el desprecio, y el insulto más grosero, aparecen cuando no somos incapaces de desarticular o desarmar al oponente por medio de armas tan sutiles como el cinismo o la ironía, ya mencionadas anteriormente.

Problemas en la etapa de asimilación
La capacidad de reacción ante el placer o el dolor es inversamente proporcional.
Las personas acostumbradas al dolor muestran indiferencia ante los estímulos placenteros y suaves pues están insensibilizadas para el goce y la plenitud de una vida saludable y sencilla.

Por el contrario, las personas que siempre han disfrutado de una vida cómoda, sin problemas físicos o mentales, a la menor contrariedad, saltan como si les hubieran pinchado pues su sensibilidad ante el dolor es extrema. Cuando una persona es sometida a maltratos físicos o psicológicos en la infancia, (cuando sus defensas físicas y psicológicas están por desarrollar). Al llegar a la edad adulta necesitará, para poder apreciar los placeres sencillos o sutiles, una reeducación total de los sentidos, una nueva programación. Si esta reeducación no llega, para proteger su dolor interno endurecerá su exterior y solo le quedará el consuelo de los placeres más evidentes y groseros, como la comida y el sexo, rápidos y directos.

  • Las personas ‘bebé’  no aprecian los preliminares, ni las sutilezas y se embarcan en todo tipo de historias de riesgo y adicciones químicas para estimular sus sentidos por la vía rápida. Estas historias son de calibre proporcional a su dolor interno y sirven para aplacarlo y ocultarlo. Si su dolor es extremo puede ser fuente de enfermedades y delitos que llegan a  horrorizar a la sociedad ya que pueden oscilar, desde una simple adicción al tabaco, hasta las psicopatías más graves.
Sexo, drogas y rock and roll

La satisfacción de los sentidos por medio del abuso de comida, drogas y sexo ha sido tradicionalmente penada por religiones y leyes. Es comúnmente aceptado  que genera enfermedades y lacras entre los miembros de una sociedad. (Hay que recordar que detrás de toda medida de moralidad subyace una propuesta de salud pública). Pero no se han articulado las vías de escape o respuestas necesarias para equilibrar esa demanda interna, que bien podría considerarse una enfermedad y, tan solo, se han reprimido e impuesto castigos proporcionales a la falta cometida.

El individuo enfermo se oculta para delinquir o se reprime, hasta que ya no puede más. Derivando todos sus instintos agresivos hacia fuentes de placer socialmente aceptadas como la comida, el sexo caliente-emocional, (hoy llamado erotismo), o la práctica de deportes, en su mayoría, de riesgo.
Suavemente, bésame…

La estimulación suave y gradual de los sentidos es necesaria para un desarrollo armónico. Es como un rodaje que nos puede llevar a cotas insospechadas de placer imposibles de conseguir por otros medios. Para poder acceder a esta forma de placer hay que estar libres de falsos hábitos, prejuicios y condicionamientos físicos y mentales. Libres de dolor y sufrimiento acumulados para ser capaces de empezar de cero en cada ocasión y en cada actividad ejercida.

Es como si para medir la montaña del placer tomáramos siempre la base como referencia. Por el contrario, las personas esclavas de su dolor, permanecen saltando, de pico en pico, sin concederse el placer de la bajada y el descanso neutral de la base. Estas personas permanecen siempre en activo y necesitan inyectarse dosis cada vez más elevadas de placeres análogos a la comida y sustitutos del amor e interés maternal.

Adictos al dolor

En general, consideran el mundo como un sitio hostil y son adictos al dolor, al trabajo y a la acción continuada, física o mental, por lo que generan altas dosis de tensión a su alrededor. Están dando vueltas hasta que se consumen interiormente y tienen problemas con el tiempo, con la edad y con las apariencias.

Etapa oral superada con éxito

Las personas que han superado en positivo la etapa de bebé tienen intacto el primer mecanismo de defensa o asimilación por lo que el primer nivel de la jerarquía evolutiva personal: la nutrición, el mantenimiento físico y la salud lo suelen tener claro y sin problemas. Resuelto.

Son personas abiertas y simpáticas que saben respetar las barreras sociales establecidas, siempre que no sean injustas. Además, suelen tener una conciencia personal clara del bien y del mal y cuando se la saltan tienen remordimientos y tienden a reparar el mal causado de manera natural, sin esfuerzo. Comunicarse les resulta tan habitual como respirar o comer.

El segundo mecanismo de defensa es el control o eliminación

Cualquier elemento que no pueda ser asimilado será expulsado por este mecanismo de eliminación. Dicho de forma sencilla: o entra y lo haces tuyo, o no entra y es eliminado.

Las personas que actúan desde este segundo nivel observan el mundo desde una posición intermedia. No se inmiscuyen a no ser que algo les interese y no tienen reparos en rechazar a los extraños, cosas o sucesos que les desagraden. Aunque la característica más evidente es que lo hacen evitando los enfrentamientos directos.

Sus defensas se basan en métodos disuasorios  que actúan a media y larga distancia a deferencia de los primeros que necesitan estar cerca o ser oídos para ser eficientes. Estas defensas pueden ser ópticas u olorosas, pero siempre son silenciosas, sutiles y nunca aparentes: en fase negativa utilizan la desvalorización, el disimulo, la manipulación y la crítica destructiva pero siempre por detrás, nunca dan la cara. Para sentirse atacados tiene que existir un motivo personal, algo que les cree inseguridad en su propio territorio pues, fuera de él, se muestran pacíficos y conciliatorios y no suelen agredir.

No te molestan si antes tú no les molestas

Solo usan sus armas para defenderse o defender a los suyos y no atacan si no son atacados o creen serlo. Enseñan los dientes (risa), lanzan flechas envenenadas (crítica ácida), hacen hogueras y señales de humo (llanto), marcan los territorios, controlan con señales de olores repulsivos e intensos, (gases y perfumes), pero no les gusta llegar a las manos o a la conversación. Todo antes que un enfrentamiento directo. Ante un enemigo más fuerte abandonarán el territorio sin luchar.

Problemas en la etapa de eliminación

Una persona queda anclada en la etapa de eliminación  cuando no supera la segunda infancia. En esta etapa aprendemos a conocer y expresar nuestras emociones de agrado y repulsión.

Es cuando aprendemos a decir no, a poner límites y barreras a nuestra naciente personalidad. A nuestra intimidad. Cuando se reprime la expresión de nuestros instintos naturales territoriales y se nos impide reaccionar con desagrado ante la intrusión que consideramos ajena, se bloquea el mecanismo de individuación.

Entonces la persona queda fijada en la niñez necesitando controlar, constantemente, por miedo a ser invadida ya que no sabe mostrar desagrado y repulsión ante lo desconocido.

  • La persona controladora no entiende más código de control que el suyo y no puede entenderse con una persona que muestre diferentes códigos territoriales, barreras o límites diferentes a los suyos. Estas personas no son extremistas y suelen arrollar e intimidar a su paso solo a los que se lo consienten. Suelen pecar de cierto grado de sadismo en sus relaciones íntimas y familiares y les gusta llegar al límite impuesto, pero sin romperlo. Pueden llegar a maltratar a sus hijos en privado y, sin embargo, en el exterior parecer padres modelo.
  • Suelen ser buenos ciudadanos y los únicos problemas los tienen en la convivencia familiar pues tienden a controlar y hacer la vida imposible a sus allegados más cercanos y débiles. Generalmente esposa e hijos, pero igualmente se da el caso de esposas e hijos controladores.
  • Sus problemas se manifiestan en el área económica y de salud mental ya que imponen limitaciones a su crecimiento personal y profesional por miedo a superar las barreras e inseguridades que les crean los nuevos espacios. Los que no controlan. Se aferran a lo tradicional, a lo construido, a lo viejo y solo lo abandonan cuando es inevitable.
Adictos al placer
Para mantener su estatus, la persona controladora genera artificios y leyes falsas, normas impuestas para seguir teniendo el poder.  Son pequeños tiranos que buscan repetir los momentos felices ya que están atrapados en el placer. Les importa mucho el hogar, la familia y el mantenimiento de las tradiciones que les permiten explayarse y sacar sus frustraciones internas por medio de ritos y fiestas legales.
Etapa anal o de control superada

Las personas que superan la segunda etapa con éxito aprenden a circular por la vida con interés y atención. Superan las diferentes pruebas que les marca la vida extrayendo lo positivo y eliminando lo negativo.

No necesitan controlar pues saben que el control es síntoma de estar fuera de lugar y si hay algo que saben hacer es ocupar el espacio que les corresponde. Jamás molestan a nadie. Suelen tener resuelto el segundo nivel de la pirámide social evolutiva: el mantenimiento económico de un hogar propio, de una profesión o estudios agradables y estables.

Esto les permite iniciar el paso para superar la siguiente etapa o mecanismo evolutivo.

Resumen:
  • Las personas con problemas de asimilación (no superaron la etapa de bebé),  son adictas al dolor y se nutren de todo tipo de adicciones químicas y físicas. Suelen intimidar y usan la fuerza bruta para conseguir sus propósitos y abusan constantemente de sus fuerzas.
  • Las personas con problemas de eliminación (no superaron la infancia),  también llamadas controladoras, son adictas al placer y la seguridad. Manipulan a las personas de su entorno para sentirse necesarios y felices. Usan la estrategia y están siempre dándole vueltas a la cabeza para conseguir sus fines, por lo que su sistema nervioso acaba desgastándose.

Estos son los dos grupos en los que la humanidad se ha dividido casi siempre a la hora de actuar: los que usan la fuerza bruta y los mal llamados inteligentes. Sin saber ver que lo único que expresan los que usan una u otra arma es la incapacidad de superar una etapa de defensa infantil.

Vivir el momento

El tercer y último mecanismo de defensa no se considera como tal pues, si se han superado adecuadamente los niveles básicos de asimilación y eliminación, de refuerzo y control, «la lucha»  o   «la huida» ya no son necesarias.

Es ahora cuando aparece la auténtica relación:

El mecanismo básico que regula el contacto entre individuos de la especie humana: el amor personal puro y desinteresado.  Amor personal que se convierte en expresión sexual cuando las condiciones físicas y psíquicas de las personas en cuestión lo requieren.

Este amor se muestra en todas las facetas por las que la persona individualizada expresa su vitalidad: camina con amor, cocina y come con amor y duerme con amor. Dotando a todas sus relaciones de un significado profundo y placentero en sí mismas. Sin necesidad de poseerlas o hacerlas perdurar en el tiempo.

Este amor vive el momento sin quedar atrapado en ningún goce o dolor. Sabiendo que todo es pasajero y cíclico y que la permanencia y el apego, en el tiempo y en el espacio, solo traen la desdicha y la desgracia. Propia y ajena.

mano con pulgar hacia arriba

«Amazonas» va de cómo los humanos adquirimos la conciencia de género y de cómo superar los problemas que la diferenciación genérica ha generado en las personas. Para su mejor integración es recomendable descargar en primer lugar «Ser Mujer» y «Ser Pareja Hoy».

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