el hombre que vive en ti

Hazte presente. ¿Qué hubiera pasado sí?

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Hola mujer consciente…

Hoy me hago presente, de forma excepcional, compartiendo contigo una experiencia física que tuve hace algunos años. Una crisis curativa propiciada por la resolución de una etapa vinculada al nacimiento de la primera de mis hijas.

Hazte presente

Una crisis curativa donde restauré el programa del momento en el que fui concebida por mis padres. Algo que tiene mucho que ver con la imagen que das al mundo. Con la persona que eres y que puedes llegar a ser. Y también con la pareja que atraes. En esta ‘crisis’, el momento en el que mi padre me concibió ‘a su manera’ fue reemplazado por mi propia experiencia personal de la vida. A partir de ese momento, bien podría decirse que fui ‘otra’ persona. Y que puede activar, al completo, al hombre que habita en mí. 

Otoño. Tiempo de dar valor

La crisis resolutiva fue en octubre, algo que por fuerza he de resaltar ya que es en este mes cuando la necesidad de hacerse presente, de SER MEJOR persona se hace imperativa. Necesidad que sigue vibrando a lo largo de todo el otoño. De todos los otoños de nuestra vida.

La intención al compartir esta experiencia es dar valor a la sabiduría del cuerpo. Sabiduría que sólo puede expresarse y hacerse ‘valer’ ¡VALIDAR! por medio de la autoescucha. Una ¿cualidad? … ¿Cómo la llamarías tú? Yo la considero más bien un don, un talento. Algo a desarrollar desde que naces y que, biológicamente, está ligada a la identidad femenina. A la forma en la que la madre se vincula de forma ‘natural’ o no, a la crianza y más tarde educación de su hijo.

Ritmo femenino. Tiempo de escucha

Ritmo de la tierra, interior. Familiar y privado. Intimo.   Relativo al hogar, al cuerpo, a la cama y al sexo. Al lenguaje corporal y sensitivo. Tiempo circular que hombres y mujeres deben aprender, a veces por primera vez, porque sus propias madres jamás lo escucharon. Tiempo de renovación, de recepción y escucha. Este tiempo enseña a ser mujer y a tratar a las personas de sexo femenino. Si tienes problemas en el espacio personal y familiar necesitas desarrollar el RITMO FEMENINO.

La vía femenina

En mis cursos online suelo explicar que a la hora de evolucionar existe la vía femenina y también la vía masculina. Y que la una no tiene sentido sin la otra. También explico que cada una tiene un tiempo y espacio idóneo para ser aplicadas. Pero algo de lo que no suelo hablar es que considero mi elección de vida (mi vocación en la vida), el contribuir a que la evolución femenina, y por ende, el sentido de la Autoescucha, ocupe el lugar que se merece. Contribuyendo así a que los problemas de conciencia de género se minimicen y quién sabe, si con el tiempo, mucho tiempo…. Desaparezcan de la faz de la tierra.

El cuerpo sabe

ebook-health-life-is-easy-método-cronosEsta es una de las razones por las que he aprendido a confiar ‘ciegamente’ (sin pensar), en mi cuerpo y en sus razones.  Sé que el cuerpo humano tiene una sabiduría inmensa y que para resolver cualquier malestar o dolencia tan sólo necesita de la observación y la toma de conciencia. PERO TAMBIEN SÉ que esta confianza no es ‘tan ciega’.  Está basada en muchos años de autoobservación y toma de conciencia. Algo que no todas las personas pueden concederse. Siempre he pensado que mi vocación, surgida al calor de mi identidad femenina, me eligió a mí, en un primer momento, porque tenía tiempo, salud y dinero de sobra. (lo del dinero fue una circunstancia que, en los primeros años de mi evolución profesional, me dio ‘tiempo’ para no cargar con la presión de otras personas y hacer lo que me vino en gana. Mejor dicho, lo que a mi cuerpo le vino en gana). 

Hasta que se acabó el excedente de dinero. ¡Justo cuando ya tenía suficiente conocimiento de mí misma para no ceder ante dichas presiones! Y acepté, sin reservas, el camino que la vida me había mostrado.

Corazón y mente van de la mano

Voy a poner un ejemplo  para que quede claro el cómo se conjuga lo de la vía femenina y la vía masculina. Es un poco extremo, pero dará una idea de lo que quiero expresar.

Parir ha sido una condición exclusivamente femenina y natural durante millones de años. Y sigue siéndolo para las especies salvajes que paren a sus cachorros. A lo largo de la evolución, las mujeres han parido de forma intuitiva, apoyándose en la experiencia de madres que acumulaban la experiencia de sus partos o en mujeres que acumulaban experiencia al ayudar a muchas mujeres convirtiéndose en matronas.

 

El elemento masculino no tenía ninguna función en este proceso. Parir, fue durante millones de años, algo tan natural como concebir. Fue con la llegada del médico ‘letrado’ cuando el parto perdió su naturaleza ‘natural’. Y la mujer fue perdiendo su naturaleza salvaje. Su fuerza vital. Fuerza que proviene de la conexión con su cuerpo.

 

Este proceso de medicalización cobró fuerza gracias al miedo que solía apoderarse de las mujeres débiles. Y a la presión de las familias poderosas que querían un heredero a toda costa, ya que la mortalidad vinculada a los partos, desde que la vida dejó de ser natural, para ser ‘civilizada’ era muy alto.  (esto es historia y si te interesa hay multitud de libros y ensayos que muestran este proceso).

La observación produce los cambios

Lo que pretendo mostrar con mi ejemplo, no va en contra de la asistencia sanitaria, vinculada a la vía masculina (o hemisferio izquierdo). Sé que, en estos momentos, la desconexión con el cuerpo y su sabiduría es tan brutal, que las personas entran en pánico a la menor muestra de dolor. Simplemente, pretendo mostrar el modo en el que poco a poco, la mujer, y con ella toda la humanidad, fue perdiendo su capacidad de AutoEscucha. Y que mi labor es recuperar el camino de la vía femenina, esta vez en forma consciente. A la luz del siglo XXI.

También quiero hacer constar  que si se educa desde un principio en la autoesucha a una persona, y sobre todo si se cuida el vínculo materno-filial, las crisis curativas  son pequeños reinicios que apenas dan molestias. Las crisis curativas sólo son ‘críticas’ y requieren de intervención hospitalaria o sanitaría cuando se lleva mucho tiempo viviendo de forma inconsciente y desconectado de la propia identidad.

 

 

Y ahora te cuento la crisis curativa tal cual la escribí:

Esta semana ha sido la continuación en lo físico de lo que resolví en el plano exterior la semana pasada. Cuando el sábado pasado  cerré la semana –SABÍA- que todo lo sucedido tendría su contrapartida integradora e intuía que sería un proceso intenso. Los sueños e imágenes del día a día me hicieron tomar conciencia de que había recuperado un tiempo/espacio importante de mi vida. Resumiendo, podría concretarse en todo lo invertido en el proceso de tener a mi hija mayor y completar su educación… (30 años hasta el momento).

¿Qué tipo de persona era tu padre?

Todo lo que ella y yo hemos tenido que pasar, desde el día que la concebí hasta el día de hoy, SIENDO CHICAS, POR NO SER personas /POR NO TENER UN PADRE como dios manda. Hace poco escribí que el padre te hace persona, y la madre, humano. Pero tendría que añadir que es nuestra calidad personal la que determina nuestra calidad humana ya que, en el fondo, la una está irremediablemente ligada a la otra.

El miércoles se cierra mi esfínter

Esta semana, el miércoles después de que el martes estuve con una persona en una entrevista relativa a un nuevo espacio laboral, no pude ir al baño. Era algo raro, como si tuviera ganas de evacuar, pero mi esfínter no lo permitiera…ya que lo percibía cerrado.

No estoy exagerando

Al día siguiente, jueves, fue cuando tuve la crisis curativa de integración & recuperación. A la hora de ir al baño empecé a recibir sacudidas parecidas a descargas eléctricas (en forma de espasmos por todo mi cuerpo). Era como si tratara de arrancar un motor, sacudidas de gran intensidad recorrían mi espalda, llegando hasta mi garganta y bajaban hasta el esfínter anal. Eran similares a las descargas que sientes cuando el cuerpo puja para evacuar el vientre, pero multiplicadas por mil (y no estoy exagerando, puede que me quede corta pues no me gusta dramatizar).

Todo mi cuerpo se estremecía como cuando vas a vomitar y te dan arcadas muy fuertes porque no tienes nada en el estómago, pero en vez de ir hacia la boca las descargas se dirigían hacia el ano. La cuestión es que todo se frenaba en seco al llegar al esfínter que estaba fuertemente contraído, lo que hacía que la bola fecal presionara y esto ocasionaba un gran dolor que a cada nueva descarga iba en aumento.

Leyendo una partitura emocional

En mi cabeza la imagen que aparecía era que mi “culo” no quería dejar escapar las descargas energéticas que estaba recibiendo, aunque eso supusiera mantener dentro de mi durante un tiempo el contenido del intestino. Era como si la descarga energética de un contenido ‘inusual’ fuera por un lado y la descarga material (caca), por otro… y la descarga energética tenía que completarse antes de poder evacuar…

 

¡Este es el mensaje que mi mente interpretó al observar en forma objetiva los síntomas que estaba manifestando mi cuerpo!

 

Ante todo, mantener la calma

Al principio me desconecté y me asusté un poco pues lo primero que hice fue ponerme a la defensiva y enfadarme con mi cuerpo por no “responderme” … (que era exactamente lo que mi cuerpo sentía hacía mi ego por no responderle. )

Al poco rato entendí que esa no era una postura racional y centrándome en las imágenes y sentimientos que recibía tomé el control de la situación.  Por lo que pude observar, y pese al dolor que me producían las descargas energéticas, mi yo corporal se encontraba tranquilo y no tenía miedo. Realmente yo me sentía bien y no estaba preocupada, me sentía serena y centrada en el presente. Así que traté de dialogar con mi cuerpo para entender su postura. A sabiendas de que las crisis curativas cursan siempre como algo positivo si mantienes el diálogo con tu cuerpo y le DAS la consciencia que él necesita.

Fe y paciencia

Una vez centrada, lo primero que pensé es que mi cuerpo estaba resolviendo en el plano físico las experiencias integradas la semana anterior. Sabía que éstas habían sido de un calibre tan intenso que, por fuerza, la respuesta curativa tenía que ser proporcional. Y, por tanto, debería tener fe y paciencia a la espera de que mi cuerpo resolviera en positivo. Al igual que la semana anterior lo hizo mi mente.

Después de esto mi estado de ánimo cambió. Las resistencias que me tensionaban ante el dolor desaparecieron y todo mi ser se involucró en el proceso de dar apoyo a mi cuerpo hasta que el proceso se ejecutara. A partir de ese momento, cada vez que las descargas arreciaban, (el proceso se parecía a un parto y las descargas iban y venían cada cierto tiempo). Dejaba que mi mente recibiera las imágenes que mi cuerpo liberaba a través del dolor y a la par acompañaba a mi cuerpo en los movimientos que él mismo me sugería. Así pude observar que ciertas posturas aliviaban, inmediatamente, la intensidad del dolor y me hacían entrar en una especie de trance hipnótico en el que tenía la impresión de que las imágenes que veía/sentía estaban ligadas a la memoria corporal que estaba eliminando.

Una vez integras, el dolor mengua

La experiencia previa en procesos de recuperación corporal me decía que, una vez liberada esta memoria, el dolor menguaba y la crisis se resolvía. Y que el proceso sería mucho más breve si mi conciencia acompañaba dicho proceso. Así puede entender que las descargas sacudían todo mi sistema energético/funcional/masculino/yang. Lo que se conoce como meridiano de vejiga para la MTC.

Algo a resaltar es que, al principio, dejé de orinar y tenía una sensación extraña en la vejiga y solo recuperé la micción cuando empecé a asumir conscientemente lo que estaba pasando. Y tomé el control de la situación sin dejar que el miedo o la rabia se impusieran.

Observa qué imágenes te llegan

También pude observar que los movimientos corporales que mi cuerpo ejecutaba para aliviar la tensión estaban incrustados en mi memoria emocional. Me veía a mí misma como si fuera un hombre copulando. Al ponerme a cuatro patas sobre el suelo y liberar los movimientos pélvicos de manera intuitiva…. (llegaban a mi mente pensamientos de mi padre y en otros hombres con los que había tenido relaciones sentimentales y no siempre sexuales).

Las posturas que mi cuerpo “leía” eran las típicas que adopta el hombre en el coito cuando está sobre el cuerpo de una mujer. Era como si mis músculos estuvieran leyendo una partitura… Y así sucedió una y otra vez, durante varias veces al día hasta que las descargas empezaron a menguar en cantidad y calidad…. Y fui entrando en fase de reposo….

(Hoy es domingo, el proceso fue el jueves, y varios días después todavía tengo agujetas en los brazos y piernas debido a las posturas que mi cuerpo adoptaba de forma intuitiva durante este proceso) …

El padre que te hizo

Por lo que pude apreciar, el cuerpo femenino carga con la memoria emocional “yang” (energético-funcional-emocional), de su padre y, posteriormente, de los hombres con los que se ha mantenido una relación sentimental (no hace falta que haya sexo).  Y estas relaciones la dotan de su PROGRAMA DE EJECUCIÓN YANG.  El que activa el sentido del YO/hemisferio izquierdo. Su ‘yo’ personal.

Tal y como tu padre era “sexualmente” con tu madre, se instaló dicha carga en tu memoria.  Y si tu madre no era consciente y/o no llegó al orgasmo, el parto se ejecuta en función de la concepción. Es la vibración/ejecución del coito de tus padres al concebirte  la que se ejecuta en todo momento en tu vida. A no ser que le pongas remedio.

Y esta es la forma en la que UNA CHICA activa su personalidad en el exterior. Memoria (socio-laboral) que se va actualizando en función de las relaciones que mantiene con sus parejas.

Superar a tu padre como persona

Sólo cuando llegas a SER la persona que quieres o tienes que ser y SUPERAS a tu padre, las debilidades que él te legó. Tu cuerpo LIBERA DICHA MEMORIA… y para esto necesitas realizar un trabajo de desarrollo personal y sexual con tu pareja actual. Dicha memoria (tu memoria paterna), está integrada en tu programación físico /mental (no hay diferencia), que tus pulmones, tus intestinos, tu corazón, etc.…. ejecutan cada día. Y un punto que he podido observar muchas veces en consulta:   hasta que cargas tu vida en el presente y eres la persona que tienes que ser… ¡tu pareja o tu salud estarán compensando tu falta de YANG!

Descarga completada

Cuando vi toda esta información pasar por mis ojos mientras estaba en trance noté como algo se soltaba y encajaba dentro de mí. Y supe que el proceso estaba entrando en fase resolutiva.  Como cuando el programa que estás instalando en el Pc te dice que ya está descargado y listo para su instalación. Esa misma noche descansé algo mejor y el viernes por la mañana, aunque completamente agotada pude evacuar con normalidad. Y sentí como mis constantes vitales empezaban a ejecutarse con normalidad.

¿Qué hubiera pasado?

Entonces fue, cuando por un momento pensé   ¿Qué hubiera pasado si, desoyendo el mensaje de mi cuerpo, hubiera forzado con cualquier medio la evacuación y hubiera suprimido los dolores SIN ESCUCHAR el mensaje?

  • Estoy segura de que con este proceso he restaurado los valores de inicio que ni mi propio padre pudo instalar en mi persona. Y que durante todos estos años he trabajado intensamente con mi pareja para poder recuperarlos del sitio donde estaban bloqueados…

 ¡De mi interior!

La madre que te parió

Este proceso de carga polar sexual es asimilado de igual forma por el hombre, pero en su caso, de la memoria emocional de su madre. Los hombres portan en su memoria genital y sexual la memoria de sus madres y otras parejas sentimentales. A la hora de abrirse, emocionalmente hablando, sus comportamientos son análogos a la postura que su madre tuviera en la cama con su padre. De hecho, muchos hombres se tienen que trabajar el “comportarse” como tal porque tienen que luchar con la memoria de una madre frígida en su interior…

 

¡Hasta aquí la experiencia!

Ahora una pequeña síntesis que hice en forma de nota.

Siéntete & Siéntelo

Vivir en pareja es un proceso de superación personal, en el que tienes la ‘obligación’ de liberar todos los conflictos de OMISIÓN, no resueltos por tus padres. Conflictos que te fueron legados sobre todo por aquel progenitor que más te “quería”. Esta preferencia se establece ya desde el momento de la concepción (el padre que te hizo y la forma en la que lo hizo), y se fija en el parto (la madre que te parió y la forma en la que lo hizo).

Superar la carga legada por nuestros padres es pues, un trabajo que solo es posible hacer en equipo.
  • Dentro de la intimidad del espacio sexual, el chico o polo masculino tiene que liberar el programa sexual de los hombres que le han precedido. Esto significa que en su práctica sexual tiene que superar todos los ‘fantasmas’ legados por su padre/abuelo en esta cuestión, algo que, por lo general, se mantiene en silencio y que se activa sin que las parejas se den cuenta de ello.
  • En el caso de las mujeres lo que tiene que liberar es el programa materno  que se aplica durante el parto que es lo que se refleja en su capacidad o incapacidad orgásmica y en la facilidad o dificultad con la que van a parir a sus hijos.

Por eso se dice:

El padre que te “hizo” y la madre que te “parió”

Porque es durante el parto y durante la ‘ejecución’ de la práctica sexual donde se refleja la auténtica personalidad. De ahí que solo en pareja y en la vía sexual sea posible desinstalar el programa de inicio en el que fue configurada nuestra personalidad. En este trabajo evolutivo personal, las chicas tendrán que volver a parirse de nuevo y los chicos tienen que “hacerse” de nuevo y esto se refleja en la evolución de la relación dentro y fuera de la cama. En el caso de las chicas, si dan a luz a otras hijas, habrán de resolver también de forma positiva el parto/crianza de sus hijas.

 

No hay evolución en el plano del desarrollo personal que no se refleje en el plano de la sexualidad. Share on X

 

Polaridad sexual. Ser pareja hoy

  • Todas las parejas necesitan superar una serie de etapas para llegar transformarse en una pareja sólida y estable. Cada etapa superada es como una isla en el tiempo que hay que recorrer en positivo, después se produce un periodo de transición que suele vivirse en formato de crisis que hace que nos planteemos si vale la pena continuar y se llega a otra isla o etapa a superar. Así hasta que tras una serie de crisis llegamos al CONTINENTE o estabilidad definitiva.
  • La clave para superar todas las etapas y subsiguientes crisis radica en la motivación y propósito que haya reunido a la pareja, y de la capacidad de ésta para hacer consciente dicho propósito.
  • Muchas parejas permanecen juntas, pero esto no significa que sean sólidas y mucho menos felices. Otras se separan porque les fallan las fuerzas o herramientas necesarias para superar una prueba-isla-etapa, por lo que cuando se emparejan de nuevo lo hacen con parejas análogas a la anterior.

 

Para superar de forma positivo todos los problemas ligados a la sexualidad lo mejor es consultar con un experto en polaridad de pareja.

 

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