mujer dedo silencio

¡Pst! ¡Psst! ¡Pssst! Silencio

Hola Mujer consciente…

Este post lo escribo en la app de notas de mi móvil mientras paseo por la playa. Es domingo y hace un día otoñal lindíssssssssssimo!  A cada paso que doy, descalza por la arena, siento como todo mi ser vibra y se hace presente, inundando mi mente de percepciones algo atropelladas y tratando de hilar, en un todo coherente, las mil y una impresiones recogidas a lo largo de la semana que justo hoy se reinicia.

Lo que sé de mi

A estas alturas de mi vida podría decirse que sé muchas cosas, pero realmente lo único que sé es que he tenido que transitar, primero de forma inconsciente, y más tarde de forma consciente, el camino recorrido por mi madre, y la madre de mi madre, mi abuela, para saber quién soy.

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Lo más curioso es que, al contrastar con la historia de España o del mundo aquellos tiempos y espacios en los que ellas vivieron sus coordenadas de vida, todavía me pregunto qué fue lo que sintió, pensó, o hizo mi abuelo, el marido de mi abuela, y que fue lo que vivió, sintió, e hizo mi abuela en ese mismo contexto. Vivían lejos y apenas tuvimos contacto cuando era niña, y tuve que descubrir sus vidas, entrelazadas con la mía, a través de mi propia memoria emocional.

En fin, estamos en otoño y es lo que toca

Estoy convencida de que la única historia que todo niño o niña debería de aprender a conciencia es su propia historia. La historia de su padre. La historia de su madre. La historia de sus abuelos y todos aquellos conflictos o situaciones a los que tuvieron que enfrentarse desde su más tierna infancia hasta su vida adulta. Una vez satisfecha esta necesidad imperiosa de saber quién eres la curiosidad por saber del resto del mundo es algo que viene de forma natural.

Tu historia, tu bandera

En verdad tu historia es tu bandera. La insignia con la que sales cada día al mundo.  Y una vez que aprendes tu historia y ondeas al aire tu bandera dejas de sentir recelo hacia cualquier otra historia, hacia cualquier otra bandera, ya que todo conflicto nace del desconocimiento y la falta de aceptación de ti mismo.

Y sin embargo….

Hoy mientras paseaba por el parque natural del Saler he observado cierto rechazo hacia la ‘gente’, hacia todas esas personas que en tropel han salido a disfrutar del sol y del aire libre. Habituada como estoy a encontrar dicho camino bastante solitario He prestado atención para ver de dónde nacía este rechazo y me he dado cuenta de que no era un rechazo en particular a ninguna de esas personas. Era más bien algo visceral, un sentimiento nacido de lo más profundo de mis entrañas que me decían: ¡no quiero más historias! ¡no necesitamos más historias! ¡no queremos más historias! ¡estamos completas sanas y salvas!

Completa presente y a salvo

La cosa no me sorprende y sé que tiene que ver con la etapa vital en la que ahora me encuentro. Los únicos que necesitan historias son los niños, los jóvenes, y toda aquella persona que aún no ha resuelto los marcadores de su propia vida. Aquellos marcadores de la infancia, tanto positivos como negativos, que quedan adscritos en nuestra memoria de inicio para ayudarnos a resolver nuestra experiencia de vida.

Y por si te lo has preguntado… Sigo disfrutando el cine y de las buenas historias, pero ya no me engaño. Sé que a todas aquellas historias por las que muestro interés, o que me hacen disfrutar, tienen reminiscencias o ecos de mi propia historia o pequeños matices de las historias y marcadores que esté resolviendo en consulta.

Por ejemplo

Las dos últimas películas que he visto son ‘La voz dormida’  y una francesa titulada ‘Nunca digas nunca’.  Sabiendo que cada película es un filtro, solo tienes que observar que sentimientos emociones o ideas despierta en ti y tomar nota de ello. Por lo general, si es en día festivo y eliges siguiendo tu intuición, seguro que encuentras alguna resonancia con tu historia familiar y tu momento actual. Si es de lunes a viernes es seguro que estás mapeando tu ambiente laboral tanto si es una serie como si es una película.

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Pincha en la imagen para escuchar Aquarius el tema de la película Hair, que lleva unos días acompañándome. 🙏
  • Vi la voz dormida el miércoles (día laboral), y pese a ser un drama, lo único que me vibró poderosamente fue el vínculo entre las dos hermanas. El sentimiento de estar presentes la una para la otra. Fue un alivio ver que el contexto sociopolítico no movió emoción alguna en mi persona. Este filtro sé que tenía que ver con el curso Auto Escucha que se inicia en pocos días.
  • La otra película la vi en fin de semana y su desenlace me recordó de forma simpática esta entrada (en este mismo blog), que escribí pensando en una jovencita que se impacientaba por la llegada del amor. En este caso, fue como recibir una breve actualización del sistema sobre el mismo tema. Y más cuando al comentarlo la joven te dice de forma sincrónica… ¡Esa película la vi en clase de francés!…

¡Pst! ¡Psst! ¡Pssst! Silencio

Sigo en la playa, y lo del silencio hoy se está haciendo de rogar…

Adoro el silencio, aunque también adoro la música; de hecho, si pudiera, hablaría sólo con temas musicales. Sé qué hay un momento y un lugar para cada cosa. Y también que no siempre he respetado las reglas del silencio en los espacios públicos. Así que entiendo que este año el universo holográfico se haya puesto especialmente ingenioso a la hora de mostrarme todo tipo de secuencias en las que la falta de silencio es la norma, asumiendo que tengo un cierto karma que equilibrar.

A mi lado un grupo de 3 parejas argentinas (se les oye el acento al hablar), conversan y al momento caigo en que ya tenía que haber dejado de seguir el canal de ‘ese chico argentino’, que empecé a seguir hace poco. El primer video me interesó, el segundo ya me resultó algo cargante, y el tercero me confirmó que su estilo no es para mí.  Y por si tenía alguna duda, el universo holográfico me amplifica su vibra de forma gráfica y a mi entender, es como si me dijera: cada vez que habla esta persona OCUPA el espacio de seis, por lo menos… (he observado que le gusta chupar cámara y se repite mucho).

chica turquesa silencio blog A Conscious Life

Esta ‘historia’ (que si la estás leyendo es porque también resuena contigo), tiene que ver con que este año me he propuesto optimizar, en todo lo posible, mi cuenta karmica con el tema ruidos.

La voz como conector de realidades

tu vozEste otoño he puesto el foco en la idea de hablar lo justo (algo que ya tenía en cuenta), y ADEMÁS hacerlo en un tono que apenas se escuche por los que no están en la conversación. Dentro y fuera de casa. En todo momento y lugar. Y está siendo todo un reto, y no porque tenga por costumbre hablar a gritos, sino por las subidas de tono vinculadas a momentos alegres, al compartir cosas positivas, o la animación propia de estar con una persona de confianza. Sin que te des cuenta, el tono sube como la espuma de la cerveza y el tema se desborda…

El humano necesita de la voz, de la palabra hablada o escrita para contar su historia, para transmitir realidades

El problema es cuando el humano utiliza la palabra para llenar silencios incómodos o vacíos existenciales. El exceso de cháchara vacía e insignificante que inunda los ambientes de ocio, familiares, e incluso laborales con la única finalidad de hacer ruido y que no se note la falta de sentido, de significado, de presencia.

El habla es una herramienta poderosa que tiene el poder de integrarnos en la realidad de aquel que nos escucha e integrar en nuestra vida a aquel que escuchamos. El humano desarrolló el habla para poder vertebrar el hilo del tiempo. Mientras no hubo un pasado que contar o transmitir, con la mímica y el gesto emocional tuvimos bastante, pero cuando el humano fue consciente del fluir del tiempo, su organismo cambió. Fue la necesidad de transmitir nuestra historia de forma consciente, a nuestros descendientes, compañeros, vecinos y amigos la que dio lugar a la palabra.

No se habla de Bruno

buda -silencio

Justo en estos días he vuelto a tomar conciencia de la importancia de no hablar de ciertos temas ya que al hablar de algo o alguien, le damos presencia de nuevo en nuestras vida. Hay una serie de normas básicas que suelo transmitir que evitan muchos problemas, pero suelen ser personalizadas y adaptadas a cada etapa vital así que es algo que hago exclusivamente en consulta. Aunque si sigues los enlaces que van incluidos en este post podrás hacerte una idea aproximada de la importancia de este tema.

Reivindico el derecho a poder escuchar el silencio en la ciudad o cuando menos, a no sentirme agredida auditivamente cuando paseo tranquilamente cualquier mañana soleada, por una acera, por la playa o por dónde me lleven los pies…

Sinecesitas más orientación, puedes solicitar una consulta en el  617 925 097

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