La verdad interior. Confianza y mucho más

Hola Mujer consciente…

Hoy quiero contarte algo que brota de mi corazón:
la confianza llegó a mi vida para quedarse.
Y con ella, una alegría tan profunda que necesitaba compartirla contigo.

Este es un post especial, casi festivo. Uno de esos escritos que se disfrutan lentamente, saboreando cada palabra.

⚓ La Historia del Marinero

Imagina un marinero a bordo de un ballenero.
Va en busca de una gran ballena —símbolo ancestral de la memoria emocional.
Cuando lanza el arpón, la ballena tira y tira del barco, pero él no suelta.
El tiempo pasa, y aunque el viaje parece eterno, una melodía le recuerda que no debe rendirse: “Pronto llegará el barco con víveres…”

Y así sucede. El barco llega. La memoria se recupera.
El marinero —como tú y como yo— comprende que la paciencia y la confianza siempre traen su recompensa.

El Año de la Confianza

El 24 de diciembre de 2013 escribí en mi diario:

“El nuevo año será el año de la confianza.”

Lo sentí profundamente. Sin dudas, sin miedo.
Mi voz interior me decía:
“Confía. Mantén el rumbo. Observa y mira hacia adelante.”

Casi diez años después, comprendo lo que aquella frase significaba.
Hoy vivo despierta, en plena consciencia, sabiendo que la confianza no depende del mundo exterior.
Está arraigada en mí, sólida, serena, inmune a los vaivenes del tiempo.

Superar los Marcadores del Inicio

Durante estos años, la vida me puso a prueba una y otra vez.
Pareja, hijas, hermana, vecinos… todos fueron mis espejos, mis testigos.
Cada relación reflejaba lo que aún debía sanar o fortalecer.

Entendí que no puedo “ofrecer” paz o armonía en mi trabajo si no nacen primero en mi propio corazón.
La confianza real se cultiva en casa, en lo cotidiano, en la coherencia entre lo que decimos y lo que vivimos.

Conócete a Ti Misma

“Conócete a ti mismo” decía el Oráculo de Delfos.
Una frase que escuché mil veces sin comprenderla… hasta que la vida me enseñó que la confianza nace del autoconocimiento profundo.

No hay dioses ni respuestas fuera: todo está dentro.
El tesoro de los tesoros habita en ti.
Cuando lo encuentras, comprendes el universo entero.

 

La Verdad Interior

Hace años, mientras meditaba con el I Ching, recibí un mensaje claro:
“Deja de preguntar fuera. Todo lo que buscas está dentro.”

No lo entendí al principio, pero acepté el reto.
Decidí observar, sentir y confiar.
Así comencé a practicar lo que hoy llamo “renderizar”:
volver una y otra vez sobre mis experiencias hasta que el alma las reordena y me muestra una nueva versión de mí misma.

Cada vez que esto ocurre, me siento renovada.
Es como si todos mis “yoes” del pasado se unieran para sanar conmigo.

Mujer Consciente, Guardiana del Tiempo

Hola, mujer hechicera, chamana, sanadora, guardiana del tiempo…
Tú, que sostienes la vida y el amor.

Como mujer, madre, compañera, tu misión es presenciar.
Estar presente, sostener sin invadir.
Cuando confías en el proceso —sin adelantarte, sin forzar—, el universo se reordena a tu favor.

Cuando actúas desde el miedo o el control, te desconectas de tu luz interior.
Por eso, respira, suelta, confía.
Permite que las personas que amas vivan sus propios procesos.

Dos Ejemplos de Confianza

1. Tu hija y su camino
Tal vez tu hija viva un proceso importante, como una tesis o un reto profesional.
Aunque parezca un simple trámite, puede tener un profundo significado para su crecimiento.
Tu papel no es empujar, sino sostener.
Estar ahí, consciente, sabiendo que el tiempo revelará su propósito.

2. Tu compañero y su evolución
Puede que él esté revisando antiguos desafíos, sanando heridas pasadas.
Quizás lo notes distante o diferente.
Confía. Está “reviviendo” partes de sí mismo.
Tu tarea es mantenerte centrada, fiel a tu verdad interior.

Encajando las Piezas

Confiar en la vida es como armar un puzle:
requiere paciencia, intuición y fe.
Cada pieza encaja cuando llega su momento.

A veces siento que es mi propio Dios y mi propia Diosa —mente y cuerpo— los que dialogan para revelarme la próxima clave. De su unión nace el susurro divino: la verdad interior.

☯️ El Hexagrama 61: La Verdad Interior

El I Ching lo llama “Chung Fu”, la verdad del corazón.
Nos enseña que no hacen falta decisiones apresuradas, sino escucha, sinceridad y calma.

Ser receptiva, dejar de lado los prejuicios, abrirnos a lo improbable.
El conocimiento interior llega primero como intuición y después como experiencia.
Así, la verdad se asienta en el centro del alma.

El mensaje es claro:

“Cuando estás conectada con tu verdadero yo, puedes construir todo lo que amas.”

Inmune a la Crítica

Deepak Chopra lo resume maravillosamente:

“Debes aprender a ponerte en contacto con la más pura esencia de tu Ser.
Ella no conoce el miedo ni la comparación. Es libre, mágica y llena de encanto.”

Esa es la confianza verdadera.
La que no juzga, no condena, no se apresura.
La que comprende que todos estamos aprendiendo, a veces a golpes, pero siempre avanzando.

Amar, esperar y confiar:
esa es la esencia de La Verdad Interior.

Cierra los Ojos y Confía

Nada está perdido. Nada está cerrado.
Todo sigue abierto y vibrante, esperando tu presencia consciente.

Porque tu luz interior es guía y refugio.
Porque tu confianza es el ancla en el mar de la vida.
Y porque dentro de ti —mujer guardiana del tiempo—
habita el tesoro más sagrado: la Verdad Interior.

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